En 1902 el Congreso de la Nación promulga a instancias de
Miguel Cané, la Ley 4144 “Ley de Residencia” a petición de la
Unión Industrial Argentina, que establecía la expulsión de los extranjeros de nuestras
tierras, el trasfondo de este ataque aparente de xenofobia era una
Argentina que iba ensanchando sus fronteras agropecuarias y el trabajo iba
tomando una identidad propia; en consecuencia, había que acallar las
voces que rompieran el statu quo de la oligarquía criolla.
Siempre las voces disonantes producen escozor en los
que aspiran a seguir incólumes en sus beneficios más allá de la necesidad
de justicia y los procesos sociales.
El 0800 que baja el ministro Bullrich, nos impone una
primera certeza: EL LUGAR ELEGIDO PARA LAS DENUNCIAS ES EL ÀMBITO ESCOLAR.
Lugar de formación, de debate, de sueños, de
posicionamientos ideológicos, de lo que vendrá mañana. Vale recordar el cuadro
de Rafael Sanzio, “La Academia”, donde en un amplio espacio entran los
filósofos griegos y están rodeados de todos los estudiosos de las más
diferentes ramas del conocimiento, de diferentes edades, género, procedencia en
un clima de libertad y trabajo.
La ideología del 0800 tiene historia, primero fue Naradovski
con las escuchas ilegales y la presión para que se denuncie a los estudiantes,
luego fue Posse, el reivindicador de la dictadura, con una agresividad
visceral hacia los jóvenes y ahora Bullrich con la línea de denuncia.
El 0800 en el AMBITO ESCOLAR se complementa con la reciente
Providencia 40/2012 en el AMBITO LABORAL por la cual se prohíben y condicionan
las Asambleas en los lugares de trabajo. Son medidas dictatoriales,
retrogradas, fascistas que se oponen a todo que avanzó nuestra patria en
materia de Derechos Humanos.
El macrismo quiere hacer un APARTHEID con las escuelas,
jóvenes, pobres. Como en oportunidades anteriores especularon algún consenso en
la Comunidad Educativa. Se equivocan. Alumnos, docentes, padres, cooperadores,
conducciones, la CTERA, la UTE, organizaciones sociales se están enfrentando
diariamente a esta arbitraria medida.
Desde la CTA Ciudad de Buenos Aires
repudiamos y exigimos el inmediato retiro de esta nefasta medida como así
también la derogación de la antidemocrática Providencia 40/2012.
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