miércoles, 19 de octubre de 2011

19 de Octubre: Día Mundial de lucha contra el Cáncer de Mama


ESTRATEGIA PARA MEJORAR
LA DETECCIÓN Y EL CONTROL DEL CÁNCER DE MAMA



Cada mes de octubre se realiza una campaña internacional para crear conciencia sobre el cáncer de mama y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos. En la Argentina, la prevención y el control del cáncer es una política de Estado a partir de la creación, en 2010, del Instituto Nacional del Cáncer (INC) bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Nación.  
Con el objetivo de disminuir la mortalidad por esta enfermedad y mejorar la atención de las pacientes, el Programa Nacional de Control del Cáncer de Mama del INC ha desarrollado estrategias de control de calidad de las mamografías con el objetivo de que se incremente la efectividad de los procedimientos de detección y diagnóstico, que son fundamentales para el tratamiento y la cura.

El cáncer de mama es un problema de salud pública en muchos países y también en la Argentina, tanto por la cantidad de mujeres que son afectadas como por las complejidades que impone su control. En nuestro país el cáncer de mama es el que tiene más altos índices de incidencia y mortalidad entre las mujeres, con 18.000 nuevos casos y 5.400 fallecimientos cada año. 
La detección temprana es fundamental para el tratamiento y la cura del cáncer de mama. Todas las mujeres sanas, que nunca hayan padecido enfermedades en la mama ni tengan antecedentes familiares, deben realizarse una mamografía cada dos años, especialmente entre los 50 y los 70 años. 
Las estrategias elaboradas por el organismo dependiente de la cartera sanitaria nacional apuntan a tanto a realizar los controles y el diagnóstico de manera oportuna como a asegurar que las personas diagnosticadas reciban un tratamiento adecuado. 

Según precisó la doctora María Viniegra, coordinadora técnica del INC y responsable del Programa Nacional de Control del Cáncer de Mama, “se trata de un objetivo ambicioso, a largo plazo, que requiere del trabajo en tres ejes principales: control de calidad, cobertura y monitoreo”. 
El control de calidad implica que los procedimientos de detección, diagnóstico y tratamiento que requieran las mujeres a riesgo, con sospecha de cáncer o con cáncer confirmado, tengan la calidad necesaria para asegurar los mejores resultados. “Si la mamografía no ha sido correctamente  realizada, la biopsia no está bien informada o el tratamiento no se aplica en tiempo, las posibilidades de curación disminuyen y por lo tanto aumenta el riesgo de morir por cáncer de mama”, puntualizó Viniegra. “Es frecuente confundir calidad con tecnología cara o moderna, cuando en realidad se trata de cosas bastante menos complicadas, como el adecuado mantenimiento de los equipos, las condiciones de los reactivos que se emplean y el entrenamiento del personal técnico y médico”. La cobertura es la capacidad que tiene un programa para llegar a la gente que lo necesita. La mayor parte de la población sabe que tiene que cuidar su salud, pero no todos tienen las mismas oportunidades de hacerlo. En este sentido, el programa debe trabajar en pos de eliminar las barreras que impiden el acceso a la cobertura como la falta de información, la falta de tiempo, la sobrecarga por trabajo, hijos, familiares a cargo, la falta de dinero para llegar al hospital y las diversas complicaciones para acceder a las prestaciones del servicio de salud. 

El tercer eje al que apunta el Programa de Control del Cáncer de Mama es la implementación de un sistema de monitoreo que brinde datos sobre cuántas mamografías se han realizado, a cuántas mujeres, a qué edad y cuántos cánceres se han diagnosticado. Esta información resulta indispensable para lograr calidad en los estudios de mamografía. “Si no podemos evaluar qué porcentaje de nuestros objetivos cumplimos, probablemente estemos gastando el tiempo y el dinero en forma insensata -indica la especialista-. Es esencial contar con un sistema de monitoreo que nos permita saber dónde estamos parados y hacia dónde vamos”.
  
ACCIONES

Dentro de las acciones previstas para desarrollar en 2012 se incluye la iniciación de un plan de control de calidad en mamografía que tiene por objetivo lograr un mejor rédito del estudio; la implementación de un sistema de información que brinde datos de calidad, y la capacitación a cirujanos, técnicos radiólogos y médicos para el diagnóstico. 
Asimismo, se continuará con el desarrollo de consensos sobre guías de prácticas destinadas a asegurar  la calidad y el buen desempeño de todos los aspectos vinculados con el cuidado del cáncer de mama desde la detección hasta el tratamiento. Las guías incluyen diversas áreas, como el control de calidad de mamografía, mastología clínica, evaluación de riesgo de cáncer de mama para médicos de primer nivel de atención, tratamiento para la enfermedad inicial y reporte de anatomía patológica. 
Las guías de prácticas son recomendaciones que hace la autoridad sanitaria basadas en la evidencia científica actual y en análisis de factibilidad local. Están destinadas a cubrir cada problema que pueda surgir aún antes de que una mujer se realice la mamografía. 
En cuanto a la actualización de los controles de calidad de los mamógrafos y de los recursos humanos, Viniegra precisó: “Estamos interesados en desarrollar una alianza estratégica con dos socios muy importantes: la Sociedad Argentina de Radiología y el grupo de trabajo de cáncer de mama de la RINC (Red de Institutos Nacionales de Cáncer de América Latina), a los efectos de fortalecer nuestras posibilidades de implementar un plan que considere tanto el control dosimétrico y de la calidad de la imagen como la calidad de la lectura de los estudios”. 
La calidad mamográfica posibilita un diagnóstico oportuno porque, al contar con buenas mamografías, los márgenes de error se reducen. De esta manera, se evitan situaciones de angustia por un diagnóstico mal informado y la realización de estudios innecesarios. “Una buena mamografía exige un buen técnico, que sepa cómo funciona el mamógrafo, cómo se posiciona a la mujer, cómo se procesa el estudio, exige un buen médico que controle la calidad de la placa y sepa interpretarla de una manera justa, ni despreocupada ni alarmista”, explicó Viniegra. 
La primera causa de muerte por cáncer en mujeres en nuestro país es el cáncer de mama. Argentina, luego de Uruguay, es la nación de América con la tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama, con aproximadamente 20 muertes por cada 100.000 mujeres. 
El INC es responsable del desarrollo y la implementación de políticas de salud, así como de la coordinación de acciones integradas para la prevención y el control del cáncer en el país. El principal objetivo del organismo es disminuir la incidencia y mortalidad por cáncer, además de mejorar la calidad de vida de las personas con esta enfermedad.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cuáles son las principales causas, factores de riesgo y métodos de prevención?

El cáncer de mama es una enfermedad multifactorial. Es el producto de diferentes factores de riesgo y de estilos de vida, así como también de una carga genética que predispone a la mujer a enfermar o no. Son factores de riesgo: los antecedentes familiares de esta enfermedad, ser mayor de 50 años, un estilo de vida sedentario, el alto consumo de grasas, el exceso de peso y el consumo de alcohol más que moderado. 
Pero la buena noticia es que sobre muchos de estos factores se puede actuar para disminuir el riesgo. Se ha detectado que llevar una vida saludable puede cambiar mucho el espectro de enfermedades no sólo oncológicas sino también cardiovasculares. El ejercicio físico aeróbico, por ejemplo, puede operar en la reducción de riesgo del cáncer de mama, especialmente en la postmenopausia. Menos del 5% de todos los cánceres de mama están relacionados con factores genéticos que son muy determinantes. 

¿A qué edad las mujeres deben realizarse mamografías? ¿Cada cuánto tiempo deben controlarse? 

La incidencia del cáncer de mama aumenta a partir de los 45-50 años, y la mortalidad por cáncer de mama aumenta unos años después de esa edad. La evidencia científica muestra que el grupo en el que la mamografía brinda más réditos es el de mujeres de 50 a 70 años. 
Estudios hechos cada dos años parecieran ser tan efectivos como los realizados con más frecuencia, además de tener menos tasas de sobrediagnóstico y efectos adversos. Esto no quiere decir que mujeres fuera de ese rango etario no deban hacerse mamografías. 
Es muy importante tener en cuenta que tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada. La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico. 
Cualquier intervención médica trae aparejados costos y beneficios. El beneficio potencial de la mamografía es el poder diagnosticar tempranamente una enfermedad y ofrecer por lo tanto mejores oportunidades de cura. 

¿Cuáles son los avances científicos más notables en la última década?

Se sabe que el cáncer de mama no es una enfermedad sino una familia de enfermedades que se originan en la misma glándula, pero no en las mismas células ni por los mismos mecanismos. Cada vez es más claro que los diferentes subtipos de cánceres de mama se comportan diferente y tienen distintos pronósticos y respuestas a tratamientos. 
Uno de los grandes avances en el cáncer de mama es la descripción de los perfiles moleculares. Esto permite el desarrollo de moléculas que están destinadas a modificar algunos procesos muy críticos dentro de los mecanismos celulares. 
Muchos grupos de investigación en el país trabajan para desarrollar marcadores (genéticos) que permitan predecir cómo se comportarán determinados cánceres en cada paciente. Estas investigaciones pueden servir para predecir qué tratamientos van a ser más útiles en cada tipo de tumor, ya sea con tratamientos tradicionales como puede ser la hormonoterapia, la quimioterapia, la radioterapia, o con tratamientos más modernos como los anticuerpos monoclonales. 

¿Qué tipo de exámenes diagnósticos existen? 
Básicamente hay dos formas de detectar el cáncer de mama. Una es cuando el cáncer provoca síntomas, a través de un nódulo palpable o de alguna alteración en las características de la mama. En un estado avanzado de la enfermedad se pueden observar síntomas como retracción del pezón, retracción o cambios en el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón. 
Por otra parte, existe la posibilidad de detectar el cáncer de mama en su fase asintomática, cuando todavía la lesión no es palpable, o es mínimamente palpable, y eso se hace a través de una mamografía. 
Hay otros métodos diagnósticos por imágenes, como la ecografía, que se usa en forma complementaria a la mamografía. Y también hay un método más sofisticado, que es la resonancia nuclear magnética, que se emplea en mujeres con mucha carga familiar en las que hay detectadas mutaciones genéticas o se presupone que puede haber mutaciones genéticas, y también se utiliza en algunas mujeres con mamas extremadamente densas o que tengan prótesis mamarias. 

SOBRE LA CALIDAD MAMOGRÁFICA

En la Argentina, la densidad de mamógrafos varía en las diferentes jurisdicciones entre 0,42 y 13,6 cada 10.000 mujeres de la población objetivo. Si se considera una utilización del equipamiento de ocho horas diarias, cinco días por semana, a razón de tres mamografías por hora, se calcula que una densidad de un equipo por 10.000 mujeres permite cubrir a más del 70 por ciento de la población en un esquema de tamizaje bienal (cada dos años). Esto implica que  la mayoría de las jurisdicciones cuenta con equipos necesarios para cubrir a su población.
Si bien la cantidad de mamógrafos disponibles es fundamental, otro elemento a tener en cuenta es la cantidad de horas de funcionamiento. Es imprescindible que los mamógrafos funcionen a tiempo completo para efectuar el mayor número posible de estudios por hora. Es importante que los equipos sean adecuadamente utilizados porque son costosos y fueron adquiridos para brindar un servicio a la población. Además, es claro que la calidad de un servicio muy productivo es superior a uno subutilizado. 

EL CÁNCER DE MAMA EN CIFRAS EN ARGENTINA

  • El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en mujeres.
  • Se producen 5.400 muertes por año por cáncer de mama.
  • La tasa de mortalidad por cáncer de mama en el país es de 20,1 cada 100.000 mujeres.
  • Se estima que se producen 18.000 nuevos casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de cáncer en Argentina.
  • Argentina, luego de Uruguay, es el país de América con la tasa de mortalidad más alta por cáncer de mama (con 20,1 y 24,3 defunciones cada 100.000 mujeres respectivamente). Ecuador y México tienen las tasas más bajas (con 10 y 10,5 defunciones cada 100.000 mujeres respectivamente)
  • En el país se presenta una gran diferencia en la tasa de mortalidad entre diferentes provincias. Jujuy y Santiago del Estero están entre las que tienen un índice más bajo (14 y 14,2 respectivamente), mientras que Tierra del Fuego y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son los lugares en donde se da una mayor mortalidad (26,5 y 28 respectivamente).
  • Las tasas de mortalidad por cáncer de mama más elevadas se dan entre los 50 años (41,6 cada 100.000 mujeres) y los 80 años o más (215,8 cada 100.000 mujeres).
  • El cáncer de mama es el cáncer de mayor incidencia en mujeres, con una tasa de 74 casos por cada 100.000 mujeres.
  • Más del 75% de las mujeres con cáncer de mama no tienen ningún antecedente familiar de dicha enfermedad.
  • Para el cáncer de mama la detección temprana es fundamental, ya que los tumores de menos de 1 centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación.
  • 1% de los cánceres de mama se presenta en hombres.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación 

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