“Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo”
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo -OIT- cada año mueren más de 2 millones de personas a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo. Además, en base a estimaciones moderadas, informa que se producen 270 millones de accidentes en el trabajo y 160 millones de casos de enfermedades profesionales.
Cabe destacar que la seguridad en el trabajo difiere enormemente de país en país, entre sectores económicos y grupos sociales, así como del número de personas que están empleadas en actividades peligrosas como agricultura, construcción, industria maderera, pesca y minería. En todo el mundo, destaca la OIT, los pobres y los menos protegidos -con frecuencia mujeres, niños y migrantes- son los más afectados, lo cual hace imperativo poner especial atención en desarrollar y aplicar una cultura preventiva en el lugar de trabajo.
En 2003, la OIT instituyó el 28 de abril como Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo para destacar la necesidad de prevención de enfermedades y accidentes laborales, utilizando como punto de apoyo el tripartismo y el diálogo social. El 28 de abril es también el día mundial que el movimiento sindical asocia a la conmemoración de las víctimas de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo. La República Argentina desde 2004 adhiere al Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo sumando a la agenda internacional las actividades que se desarrollan en el marco de la Semana Argentina de la Salud y Seguridad en el Trabajo que, a partir del 2009, además se articulan como una Semana Federal que abarcar con su programación encuentros en todo el país.
SOBRE NUESTRA UNIVERSIDAD.
Como sabemos, las condiciones de seguridad e higiene en la mayoría de los edificios de la UBA están muy lejos de ser las mínimas y necesarias. La situación se agrava hasta niveles alarmantes en las áreas de laboratorios, en los Hospitales y en los centros asistenciales.
Hoy más que nunca necesitamos la democratización real de la Universidad de Buenos Aires, para pelear por nuestras necesidades como lo es el derecho a participar y cambiar nuestras condiciones de higiene y seguridad (en especial, en los Hospitales), lograr que el presupuesto de la UBA aumente y se use para las necesidades de todos y no para el despilfarro en unos pocos. Después de muchos años, un conjunto de trabajadores y estudiantes comenzamos a cuestionar fuertemente la falta de democracia real, por eso es trascendental que entre todos difundamos y denunciemos nuestra realidad ante la falta de condiciones laborales.
Debemos organizarnos y exigir cambiar esta realidad porque, cuando un transformador con PCB está en malas condiciones o abandonado, cuando un ascensor se cae o no funciona, cuando llueven dos gotas y se inundan nuestras oficinas y aulas, cuando esquivamos cables en el piso para no tropezar y caer, cuando nos duele la cabeza por la falta de iluminación y ventilación natural, etcétera, se pone en juego nada mas ni nada menos que nuestra salud y nuestra propia vida.
SOBRE NUESTRA UNIVERSIDAD.
Como sabemos, las condiciones de seguridad e higiene en la mayoría de los edificios de la UBA están muy lejos de ser las mínimas y necesarias. La situación se agrava hasta niveles alarmantes en las áreas de laboratorios, en los Hospitales y en los centros asistenciales.
Hoy más que nunca necesitamos la democratización real de la Universidad de Buenos Aires, para pelear por nuestras necesidades como lo es el derecho a participar y cambiar nuestras condiciones de higiene y seguridad (en especial, en los Hospitales), lograr que el presupuesto de la UBA aumente y se use para las necesidades de todos y no para el despilfarro en unos pocos. Después de muchos años, un conjunto de trabajadores y estudiantes comenzamos a cuestionar fuertemente la falta de democracia real, por eso es trascendental que entre todos difundamos y denunciemos nuestra realidad ante la falta de condiciones laborales.
Debemos organizarnos y exigir cambiar esta realidad porque, cuando un transformador con PCB está en malas condiciones o abandonado, cuando un ascensor se cae o no funciona, cuando llueven dos gotas y se inundan nuestras oficinas y aulas, cuando esquivamos cables en el piso para no tropezar y caer, cuando nos duele la cabeza por la falta de iluminación y ventilación natural, etcétera, se pone en juego nada mas ni nada menos que nuestra salud y nuestra propia vida.
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